El cielo... complice silencioso de todos mis atracones solitarios, de mis vómitos, de todos esos cigarrillos en el balcón, de todos y cada uno de esos mareos que me hacen sentir tan bien, siempre flotando... y observarlo serenamente, agradeciendole cada instante vivido y todos los que aún quedan por vivir, y el mostrarnos la belleza de las estrellas, el sol y la luna...en ocasiones feliz por todo eso y otras decepcionada y deprimida por cualquier otra tontería, y pensar en la estupidez de la mente humana, en concreto de la mía... y saber que igual estoy equivocada, que la vida y el mundo no se resume a eso por lo que yo tantas veces sufro y que es ridículo emplear todo mi tiempo y esfuerzo en algo que quizás tampoco me vaya a dar la felicidad... y aún sabiendo todo ésto, seguir... sin saber muy bien por qué... sin importarme demasiado el por qué... víctima de una sociedad hipócrita, culpable de una vida monótona...

martes, 30 de octubre de 2012

infinitos recuerdos...

El frío empieza a apoderarse de la ciudad para dar lugar a un nuevo invierno anunciado por el final de un mes repleto de emociones. Octubre, el mes en que lo conocí, el mes que inauguró el comienzo de una historia todavía inacabada, el mes que guarda el comienzo de unos recuerdos imborrables.

Me quito los cascos y escucho el sonido del mundo, amargo, real. y por fin aprender que en ocasiones, las cosas no son tan sencillas como aparentan ser, y que no siempre se acaban donde tu crees que terminaron...

domingo, 28 de octubre de 2012

Algún día encontraré mi sitio.

Durante todos estos años se me han ido inculcando ciertos valores, el valor de la reponsabilidad, del amor, de la amistad, del respeto y de la fidelidad. Con el tiempo he ido creando mi propia visión de ellos, los he modelado a mi manera, ignorando las criticas que muchas veces me golpeaban. Me he ido acostumbrando a esta rutinaria y melancólica forma de vida, monótona y pasiva... he observado a las personas de mi entorno, todos aquellos con los que comparto miles de sonrisas, lagrimas y momentos, y he entendido que no quiero ser como ellos... quiero escapar de esta cárcel, quiero dejar de ser prisionera y esclava de unos ideales que comparto y que a la vez, odio... quiero ser libre de ordenes indirectas, de consejos incoherentes y de instantes absurdos. Solamente quiero vivir sin esperar nada.

martes, 23 de octubre de 2012

cansada de fingir...

ya no sé que hacer... siento que ya no sé quién soy, no sé porque me levanto cada día haciendo lo mismo, me levanto cada día con la esperanza de que sea diferente, que algo haya cambiado, quizás esperando sentirme distinta, especial y única, aunque sepa que no es así y que nunca lo será.

lunes, 22 de octubre de 2012

Quizás algún día lo entiendan.

Soy una inútil... hoy llevaba todo el día sin comer nada, sólo un café para desayunar, y cuando he llegado a casa a las 7 mi madre me ha visto pálida y me ha hecho comer algo, ¡y me he dado un atracón increible! me siento fatal, lo he vomitado pero aún así, empiezo a pensar que no es buena idea comer y vomitar porque... ¿y si no lo saco todo? mejor no comer y punto, es mucho más fácil, con lo bien que iba... mañana lo volveré a intentar.
He estado pensando en Ana y Mia, la gente dice que son enfermedades, yo ya no sé que pensar, no creo que esté enferma, ya no sé si soy anorexica... o bulimica... o simplemente una chica que anhela ese cuerpo perfecto que una vez experimento y ahora ve tan lejos... no necesito etiquetas, simplemente voy en busca de algo que yo considero la perfección. No la perfección como un concepto general para todos, sino mi concepto de perfección, y no creo que éso sea malo... y si, se lo que estoy haciendo, soy completamente consciente de lo que estoy viviendo, y aunque sufro por un millón de cosas todos los días, supongo que me gusta este estilo de vida, me da una razón para seguir, Ana y Mia me dan una oportunidad, me dan la oportunidad de ser quién quiero ser. Creo que llega un momento en el que sigues con esto sabiendo perfectamente que ya estas delgada, muy delgada incluso, y aún así sigues, porque llega un momento que ya no sabes porque pero no quieres comer, no quieres sentir esa pesadez en el estómago, no quieres ser como toda esa gente impulsiva de tu alrededor que cuando le apetece algo, lo come, aprendes a apreciarlo más, todo, descubres que el mundo que te rodea está lleno de cosas hermosas que quizás antes no podías ver por que tenías la boca y el estómago demasiado llenos... Si, estoy segura de que esta forma de vida me beneficiará, me ayudara a redescubrirme, a encontrarme conmigo misma, y eso, de momento, es lo que más necesito.

domingo, 21 de octubre de 2012

No puede llover siempre...

Esta tarde, los primeros rayos de sol del fin de semana comenzaban a asomar entre algunas de esas nubes grises que, hacia unos minutos, obligaban a las gotas a empapar la ciudad. Cuando los veía filtrarse a través de mi ventana me sentía bien, me transmitían una tranquilidad y una serenidad difíciles de explicar... para mi, después de un fin de semana de oscuridad, ese débil centello de luz ha sido un pequeño atisbo de esperanza. Si... quizás esta semana sea mejor; quizás esta semana me encuentre mejor.

sábado, 20 de octubre de 2012

atrapada en un millón de pensamientos...

Miro por la ventana y veo como esas dulces gotas de agua  resbalan por el cristal; un día de lluvia, aparentemente y para mucha gente, un día como otro cualquiera en el que quedarse en casa y disfrutar del silencio y la tranquilidad que parecen proporcionarnos los días tristes y nublados como éste; pero para mi no... para mi es un día más en el que preguntarme por qué estoy haciendo ésto, un día más de mentiras, de cambios de humor y de hambre. Sin embargo, es un dolor que parece calmarme, parece que me susurra al oído que todo ira bien, que todo se solucionará, aunque ni siquiera sé a que se refiere... es un dolor que recoge las lágrimas que derramo día tras día y las guarda bajo llave... y pienso: ¿Cuál es el límite? No lo sé... y supongo que es una pregunta que he intentado responder siempre...

martes, 16 de octubre de 2012

La debilidad, mi peor enemiga...

¿ Conocéis esa famosa frase de Oscar Wilde? Lo resisto todo, salvo la tentación. Pues en mi caso no puede ser así, también tengo que resistir la tentación. Odio esos momentos en los que me derrumbo y pienso que no merece la pena este pequeño esfuerzo, y como... para acto seguido recapacitar sobre lo que he hecho y pensar en las consecuencias de todas esas calorías, y vomitarlo... día tras día, despertándome por la mañana con la ilusión de haber perdido algo de peso, alegre si lo consigo y decepcionada y desilusionada si no, odiándome por no conseguir ciertos objetivos... Sin nadie que me entienda, sin nadie en quién poder apoyarme, sin nadie que me de ánimos para seguir adelante... siempre sufridora, víctima de una sociedad hipócrita y cínica, que o te juzga por estar gorda o te juzga por intentar estar más cerca de lo que ELLOS consideran el ideal de belleza, prisionera de esos ideales... protagonista de una historia como muchas otras.