El final de una étapa.

volver a verlo, después de tanto tiempo, un simple saludo, un nuevo roce, un beso en la mejilla... y no sentir ese cosquilleo en el estómago que me volvía loca  unos meses atrás. y entender que ese es el final de una étapa, una historia para el recuerdo, y cómo eso, muchas cosas más... el final de un trozo de mi vida que finaliza de la forma más serena y tranquila. Quién sabe si algún día todo eso que ahora son recuerdos se convierten en una nueva realidad... pero por el momento, sólo puedo decir "hasta siempre".

Por un pasado que me llevó hasta donde estoy ahora.

Porque me encanta tumbarme en el cespéd y pasarme horas mirando las estrellas, observar como se mueven las nuves, saber apreciar el sonido del cielo... del mundo en general; porque estoy hecha para caminar descalza por la calle y no importarme que me miren los demás; porque me encandila el dulce aroma a libertad; por adorar admirar el leve vuelo de los pájaros, el suave movimiento del viento... porque he aprendido que a pesar de todo, la vida es bella y me encanta poder reconocer que, aunque en ocasiones no lo sepa apreciar, soy feliz, y que nunca nada ni nadie podrá quitarme eso.

Un momento de lágrimas y sonrisas

salgo al balcón y me siento en el suelo, descanso la espalda en la pared y enciendo un cigarro. Durante esos minutos que permanezco ahí parece que el hambre se distorsiona, el mundo que se esparce ante mis ojos da vueltas, y yo, tan resignada como siempre, me agarro a la pared para no caerme. Los días pasan despacio y las horas parecen cada vez mas largas... esa palidez y esas ojeras que ebidencian mi anhelo de perfección, se intensifican cada dia más. Un sueño repleto de instantes ahogados en lágrimas y suspiros, un recuerdo que todavía ansío vivír.

Nadie dijo que sería fácil...

Paseo la vista por la habitación, montones de sentimientos que no dejo brotar se acumulan en mi garganta, sueños perdidos, promesas rotas... y parece que empiezo a sentirme indiferente ante el dolor que me causan ciertas cosas... cientos de decepciones y sufrimiento, día tras día, que a pesar de todo, parece conpensarse al mirate al espejo por las mañanas y notar que has perdido peso, rozar el estomago con las yemas de los dedos y sentir que esa grasa que antes se iba acumulando ha desaparecido. y seguir, ante todo, haciendo frente a todos esos obstáculos y dificultades que simplemente hacen las cosas un poco más interesantes...