El cielo... complice silencioso de todos mis atracones solitarios, de mis vómitos, de todos esos cigarrillos en el balcón, de todos y cada uno de esos mareos que me hacen sentir tan bien, siempre flotando... y observarlo serenamente, agradeciendole cada instante vivido y todos los que aún quedan por vivir, y el mostrarnos la belleza de las estrellas, el sol y la luna...en ocasiones feliz por todo eso y otras decepcionada y deprimida por cualquier otra tontería, y pensar en la estupidez de la mente humana, en concreto de la mía... y saber que igual estoy equivocada, que la vida y el mundo no se resume a eso por lo que yo tantas veces sufro y que es ridículo emplear todo mi tiempo y esfuerzo en algo que quizás tampoco me vaya a dar la felicidad... y aún sabiendo todo ésto, seguir... sin saber muy bien por qué... sin importarme demasiado el por qué... víctima de una sociedad hipócrita, culpable de una vida monótona...

domingo, 18 de noviembre de 2012

Un momento de lágrimas y sonrisas

salgo al balcón y me siento en el suelo, descanso la espalda en la pared y enciendo un cigarro. Durante esos minutos que permanezco ahí parece que el hambre se distorsiona, el mundo que se esparce ante mis ojos da vueltas, y yo, tan resignada como siempre, me agarro a la pared para no caerme. Los días pasan despacio y las horas parecen cada vez mas largas... esa palidez y esas ojeras que ebidencian mi anhelo de perfección, se intensifican cada dia más. Un sueño repleto de instantes ahogados en lágrimas y suspiros, un recuerdo que todavía ansío vivír.

No hay comentarios:

Publicar un comentario