El cielo... complice silencioso de todos mis atracones solitarios, de mis vómitos, de todos esos cigarrillos en el balcón, de todos y cada uno de esos mareos que me hacen sentir tan bien, siempre flotando... y observarlo serenamente, agradeciendole cada instante vivido y todos los que aún quedan por vivir, y el mostrarnos la belleza de las estrellas, el sol y la luna...en ocasiones feliz por todo eso y otras decepcionada y deprimida por cualquier otra tontería, y pensar en la estupidez de la mente humana, en concreto de la mía... y saber que igual estoy equivocada, que la vida y el mundo no se resume a eso por lo que yo tantas veces sufro y que es ridículo emplear todo mi tiempo y esfuerzo en algo que quizás tampoco me vaya a dar la felicidad... y aún sabiendo todo ésto, seguir... sin saber muy bien por qué... sin importarme demasiado el por qué... víctima de una sociedad hipócrita, culpable de una vida monótona...

domingo, 25 de noviembre de 2012

Por un pasado que me llevó hasta donde estoy ahora.

Porque me encanta tumbarme en el cespéd y pasarme horas mirando las estrellas, observar como se mueven las nuves, saber apreciar el sonido del cielo... del mundo en general; porque estoy hecha para caminar descalza por la calle y no importarme que me miren los demás; porque me encandila el dulce aroma a libertad; por adorar admirar el leve vuelo de los pájaros, el suave movimiento del viento... porque he aprendido que a pesar de todo, la vida es bella y me encanta poder reconocer que, aunque en ocasiones no lo sepa apreciar, soy feliz, y que nunca nada ni nadie podrá quitarme eso.

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