El cielo... complice silencioso de todos mis atracones solitarios, de mis vómitos, de todos esos cigarrillos en el balcón, de todos y cada uno de esos mareos que me hacen sentir tan bien, siempre flotando... y observarlo serenamente, agradeciendole cada instante vivido y todos los que aún quedan por vivir, y el mostrarnos la belleza de las estrellas, el sol y la luna...en ocasiones feliz por todo eso y otras decepcionada y deprimida por cualquier otra tontería, y pensar en la estupidez de la mente humana, en concreto de la mía... y saber que igual estoy equivocada, que la vida y el mundo no se resume a eso por lo que yo tantas veces sufro y que es ridículo emplear todo mi tiempo y esfuerzo en algo que quizás tampoco me vaya a dar la felicidad... y aún sabiendo todo ésto, seguir... sin saber muy bien por qué... sin importarme demasiado el por qué... víctima de una sociedad hipócrita, culpable de una vida monótona...

sábado, 11 de enero de 2014

Es bonito el invierno.

Es bonito el invierno. Salir a la terraza y sentir ese frío paralizador que te pone la piel de gallina, que te limpia la mente y te hace sentir vacía por fin. Ese frío que me recuerda a ti, a ti y a nuestros momentos, vacíos de palabras pero llenos de significado. Es bonito saber que siempre queda algo que te hace sentir bien, libre y despreocupada. Por que así pienso en ti, y cuando pienso en ti no pienso en nada más, cuando pienso en ti mi mente parece distraida, parece que el mundo se para cuando visualizo tus increíbles ojos, y me pierdo allí, en ese azul que ahora me parece infinito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario