El cielo... complice silencioso de todos mis atracones solitarios, de mis vómitos, de todos esos cigarrillos en el balcón, de todos y cada uno de esos mareos que me hacen sentir tan bien, siempre flotando... y observarlo serenamente, agradeciendole cada instante vivido y todos los que aún quedan por vivir, y el mostrarnos la belleza de las estrellas, el sol y la luna...en ocasiones feliz por todo eso y otras decepcionada y deprimida por cualquier otra tontería, y pensar en la estupidez de la mente humana, en concreto de la mía... y saber que igual estoy equivocada, que la vida y el mundo no se resume a eso por lo que yo tantas veces sufro y que es ridículo emplear todo mi tiempo y esfuerzo en algo que quizás tampoco me vaya a dar la felicidad... y aún sabiendo todo ésto, seguir... sin saber muy bien por qué... sin importarme demasiado el por qué... víctima de una sociedad hipócrita, culpable de una vida monótona...

lunes, 22 de julio de 2013

Te quiero. No lo olvides.

Hoy he vuelto a ese lugar en el que dejé tantos recuerdos, allí donde viví una parte de los mejores momentos de mi infancia, una parte de mi vida que parece que se consume con la depresión del presente...
Hoy lo veía todo diferente, parece que ya no queda nada de todo aquello que un día me aporto esa felicidad.
Creo que el día que falleció mi abuela, la luz de ese pueblo también se apago. Ahora solo queda la apariencia de todos esos recuerdos y personas que forman mi memoria. y su olor... Si, ese inconfundible olor a amor, ese olor que ya no vive en nadie, pero que viaja con el viento de todos los lugares que ella enamoró.

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